Viaje alrededor de la Plaza Cataluña

El centro por excelencia de Barcelona es, quizás, uno de los espacios más desconocidos por los barceloneses. A día de hoy aún no se ha puesto orden a un entorno donde urbanísticamente ha primado siempre el sálvese quien pueda. El proyecto del Eixample, obra del ingeniero Ildefons Cerdà, preveía un pequeña manzana de casas, la número 39, aunque acabó siendo –a finales del siglo XIX− un gran solar donde proliferaron, en pleno centro, casas particulares, circos y cines.

Café Colón

Oficialmente, no fue hasta 1927 cuando el rey Alfonso XIII la inauguró. Las esculturas llegarían con el tiempo justo para la Exposición Internacional de 1929. Mientras tanto, alrededor, los locales más lujosos dejaban paso a entidades bancarias. El mítico Café Colón, la Maison Dorée o la Farmacia Gibert (que fue diseñada por Antoni Gaudí) y otros tantos que han desaparecido.

Maison Dorée

La plaza también fue tablero de enfrentamientos durante la Guerra Civil Española, improvisada iglesia donde oficiar misa, lugar de reivindicaciones y manifestaciones, escenario de una de los atracos de banco más sonados o gran comedor para palomas. Un espacio, en definitiva, tan vivo como discutido.

Un espacio, pues, siempre discutido pero que también esconde sorpresas. No todo el mundo sabe que cuenta con edificios de los arquitectos Pere Bassegoda, Enric Sagnier o Puig i Cadafalch. Y mucho menos conoce el proyecto de levantar el rascacielos más alto de Europa en 1930.

Recorreremos el perímetro de la plaza y, a continuación, su interior. Esto nos dará otra idea de esta céntrica porción de la ciudad que hemos cruzado infinidad de veces. Nuestra voluntad es cambiar la mirada del ciudadano apresurado por la del paseante curioso.

 
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